Los mayas son seres que vinieron de las Estrellas, escribieron sus enseñanzas en piedras y como la gente en esos momentos no estaba preparada para recibirla, la cubrieron con un velo invisible, el que fue descubierto en 1952. Ellos ascendieron a la quinta dimensión, y aunque no los veamos estan entre nosotros, orientándonos.

Los mayas tenían un dios llamado Pacal Votan, quien nos legó toda la enseñanza maya en el templo donde fue hallado, en Palenque, México. Todo escrito en piedras. En Chichen Itzá, el templo tiene 91 escalones de cada lado lo que suma 364 más la parte superior que representa el día fuera del tiempo. Cada uno de los días está representado por un sello. Son veinte los sellos como veinte dedos tenemos en manos y pies. Son trece los tonos como trece las principales articulaciones del cuerpo humano.

La tumba de Pacal descubierta el 15 de junio de 1952, se asemeja a un astronauta y su nave espacial. Según el arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier, quien reconstruyó la figura de Pacal, había una máscara funeraria colocada sobre el rostro del difunto, en su boca había un amuleto en forma de T, tenía pendientes de Jade y Madreperla, varios collares y anillos de Jade, un Peto con varias vueltas de hilos, un par de orejeras a cada lado de la cabeza. Ruz descubrió una sala ocupada por un Sarcófago cubierta por una losa esculpida, a 26 mts por debajo del suelo del Santuario superior, lo que le hizo presumir que esta enorme sepultura no pudo pasar por las estrechas escalinatas de la Cripta sino que debió ser puesta allí mientras se realizaba la construcción de la Pirámide. En la tapa del sarcófago se puede observar la figura de Pacal descansando sobre la tierra, como en éxtasis, con el rostro mirando el Cielo, debajo de él hay una mandíbula de un jaguar, encima el Arbol Cósmico en forma de cruz, cuyos brazos acaban con imágenes del Dragón, encima del árbol está el Pájaro celeste: una especie de Quetzal o de fénix que preside el empíreo y suspendida sobre él una serpiente de dos cabezas, con sus bocas abiertas de donde salen las cabezas de dos divinidades. Los que la conocen dicen de la extraordinaria belleza de la obra.

Hubo varios historiadores que decodificaron las enseñanzas que nos legaron los mayas. La más importante que llegó a nuestro país, es la reconstrucción efectuada por José Argüelles y su esposa Lloydine, quienes además, a través de su “Encantamiento del sueño” y en forma de juego nos enseñaron por medio de una brújula galáctica ideada por los mismos, que combinan los veinte sellos del Tzolkin y los trece tonos, a relacionarnos con el tiempo de cuarta dimensión, a descubrir cual es nuestra misión en la tierra, cómo compartimos esta misión con los demás, a saber cómo y cuando estamos conectados con otras personas, a saber que misión tenemos dentro de nuestra familia, en nuestro lugar de trabajo y a descubrir el poder energético de cada día, cada semana, cada luna, cada año y usarlo en nuestro beneficio, ya que nos permite revertir situaciones negativas vividas.

Los mayas son seres que vinieron de las Estrellas, escribieron sus enseñanzas en piedras y como la gente en esos momentos no estaba preparada para recibirla, la cubrieron con un velo invisible, el que fue descubierto en 1952. Ellos ascendieron a la quinta dimensión, y aunque no los veamos estan entre nosotros, orientándonos.

Los mayas tenían un dios llamado Pacal Votan, quien nos legó toda la enseñanza maya en el templo donde fue hallado, en Palenque, México. Todo escrito en piedras. En Chichen Itzá, el templo tiene 91 escalones de cada lado lo que suma 364 más la parte superior que representa el día fuera del tiempo. Cada uno de los días está representado por un sello. Son veinte los sellos como veinte dedos tenemos en manos y pies. Son trece los tonos como trece las principales articulaciones del cuerpo humano.

La tumba de Pacal descubierta el 15 de junio de 1952, se asemeja a un astronauta y su nave espacial. Según el arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier, quien reconstruyó la figura de Pacal, había una máscara funeraria colocada sobre el rostro del difunto, en su boca había un amuleto en forma de T, tenía pendientes de Jade y Madreperla, varios collares y anillos de Jade, un Peto con varias vueltas de hilos, un par de orejeras a cada lado de la cabeza. Ruz descubrió una sala ocupada por un Sarcófago cubierta por una losa esculpida, a 26 mts por debajo del suelo del Santuario superior, lo que le hizo presumir que esta enorme sepultura no pudo pasar por las estrechas escalinatas de la Cripta sino que debió ser puesta allí mientras se realizaba la construcción de la Pirámide. En la tapa del sarcófago se puede observar la figura de Pacal descansando sobre la tierra, como en éxtasis, con el rostro mirando el Cielo, debajo de él hay una mandíbula de un jaguar, encima el Arbol Cósmico en forma de cruz, cuyos brazos acaban con imágenes del Dragón, encima del árbol está el Pájaro celeste: una especie de Quetzal o de fénix que preside el empíreo y suspendida sobre él una serpiente de dos cabezas, con sus bocas abiertas de donde salen las cabezas de dos divinidades. Los que la conocen dicen de la extraordinaria belleza de la obra.

Hubo varios historiadores que decodificaron las enseñanzas que nos Los mayas son seres que vinieron de las Estrellas, escribieron sus enseñanzas en piedras y como la gente en esos momentos no estaba preparada para recibirla, la cubrieron con un velo invisible, el que fue descubierto en 1952. Ellos ascendieron a la quinta dimensión, y aunque no los veamos estan entre nosotros, orientándonos.

Los mayas tenían un dios llamado Pacal Votan, quien nos legó toda la enseñanza maya en el templo donde fue hallado, en Palenque, México. Todo escrito en piedras. En Chichen Itzá, el templo tiene 91 escalones de cada lado lo que suma 364 más la parte superior que representa el día fuera del tiempo. Cada uno de los días está representado por un sello. Son veinte los sellos como veinte dedos tenemos en manos y pies. Son trece los tonos como trece las principales articulaciones del cuerpo humano.

La tumba de Pacal descubierta el 15 de junio de 1952, se asemeja a un astronauta y su nave espacial. Según el arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier, quien reconstruyó la figura de Pacal, había una máscara funeraria colocada sobre el rostro del difunto, en su boca había un amuleto en forma de T, tenía pendientes de Jade y Madreperla, varios collares y anillos de Jade, un Peto con varias vueltas de hilos, un par de orejeras a cada lado de la cabeza. Ruz descubrió una sala ocupada por un Sarcófago cubierta por una losa esculpida, a 26 mts por debajo del suelo del Santuario superior, lo que le hizo presumir que esta enorme sepultura no pudo pasar por las estrechas escalinatas de la Cripta sino que debió ser puesta allí mientras se realizaba la construcción de la Pirámide. En la tapa del sarcófago se puede observar la figura de Pacal descansando sobre la tierra, como en éxtasis, con el rostro mirando el Cielo, debajo de él hay una mandíbula de un jaguar, encima el Arbol Cósmico en forma de cruz, cuyos brazos acaban con imágenes del Dragón, encima del árbol está el Pájaro celeste: una especie de Quetzal o de fénix que preside el empíreo y suspendida sobre él una serpiente de dos cabezas, con sus bocas abiertas de donde salen las cabezas de dos divinidades. Los que la conocen dicen de la extraordinaria belleza de la obra.

Hubo varios historiadores que decodificaron las enseñanzas que nos legaron los mayas. La más importante que llegó a nuestro país, es la reconstrucción efectuada por José Argüelles y su esposa Lloydine, quienes además, a través de su “Encantamiento del sueño” y en forma de juego nos enseñaron por medio de una brújula galáctica ideada por los mismos, que combinan los veinte sellos del Tzolkin y los trece tonos, a relacionarnos con el tiempo de cuarta dimensión, a descubrir cual es nuestra misión en la tierra, cómo compartimos esta misión con los demás, a saber cómo y cuando estamos conectados con otras personas, a saber que misión tenemos dentro de nuestra familia, en nuestro lugar de trabajo y a descubrir el poder energético de cada día, cada semana, cada luna, cada año y usarlo en nuestro beneficio, ya que nos permite revertir situaciones negativas vividas.

Los mayas son seres que vinieron de las Estrellas, escribieron sus enseñanzas en piedras y como la gente en esos momentos no estaba preparada para recibirla, la cubrieron con un velo invisible, el que fue descubierto en 1952. Ellos ascendieron a la quinta dimensión, y aunque no los veamos estan entre nosotros, orientándonos.

Los mayas tenían un dios llamado Pacal Votan, quien nos legó toda la enseñanza maya en el templo donde fue hallado, en Palenque, México. Todo escrito en piedras. En Chichen Itzá, el templo tiene 91 escalones de cada lado lo que suma 364 más la parte superior que representa el día fuera del tiempo. Cada uno de los días está representado por un sello. Son veinte los sellos como veinte dedos tenemos en manos y pies. Son trece los tonos como trece las principales articulaciones del cuerpo humano.

La tumba de Pacal descubierta el 15 de junio de 1952, se asemeja a un astronauta y su nave espacial. Según el arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier, quien reconstruyó la figura de Pacal, había una máscara funeraria colocada sobre el rostro del difunto, en su boca había un amuleto en forma de T, tenía pendientes de Jade y Madreperla, varios collares y anillos de Jade, un Peto con varias vueltas de hilos, un par de orejeras a cada lado de la cabeza. Ruz descubrió una sala ocupada por un Sarcófago cubierta por una losa esculpida, a 26 mts por debajo del suelo del Santuario superior, lo que le hizo presumir que esta enorme sepultura no pudo pasar por las estrechas escalinatas de la Cripta sino que debió ser puesta allí mientras se realizaba la construcción de la Pirámide. En la tapa del sarcófago se puede observar la figura de Pacal descansando sobre la tierra, como en éxtasis, con el rostro mirando el Cielo, debajo de él hay una mandíbula de un jaguar, encima el Arbol Cósmico en forma de cruz, cuyos brazos acaban con imágenes del Dragón, encima del árbol está el Pájaro celeste: una especie de Quetzal o de fénix que preside el empíreo y suspendida sobre él una serpiente de dos cabezas, con sus bocas abiertas de donde salen las cabezas de dos divinidades. Los que la conocen dicen de la extraordinaria belleza de la obra.

Hubo varios historiadores que decodificaron las enseñanzas que nos legaron los mayas. La más importante que llegó a nuestro país, es la reconstrucción efectuada por José Argüelles y su esposa Lloydine, quienes además, a través de su “Encantamiento del sueño” y en forma de juego nos enseñaron por medio de una brújula galáctica ideada por los mismos, que combinan los veinte sellos del Tzolkin y los trece tonos, a relacionarnos con el tiempo de cuarta dimensión, a descubrir cual es nuestra misión en la tierra, cómo compartimos esta misión con los demás, a saber cómo y cuando estamos conectados con otras personas, a saber que misión tenemos dentro de nuestra familia, en nuestro lugar de trabajo y a descubrir el poder energético de cada día, cada semana, cada luna, cada año y usarlo en nuestro beneficio, ya que nos permite revertir situaciones negativas vividas.

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