Riópar, Albacete.
21 de julio de 2002.
La Sierra del Segura siempre te envuelve con sus enigmas, sus leyendas de hombres-lobo, serpientes voladoras, brujas tocando las castañuelas a lomos de escobas y fascinantes ritos de curación. Montañas llenas de musgo y cascadas donde sobrevuela el enigma de las naves discoidales y hay accesos a las entrañas de la tierra que son laberintos interminables. Y en aquella naturaleza de sortilegio y emoción seguía buscando el misterio y a mí mismo…
Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on pinterest
Pinterest
Share on telegram
Telegram
Share on whatsapp
WhatsApp