La Camareta de la Encantada

Allí vibraba en un auténtico lugar de poder, junto a la Camareta en la que según la leyenda se aparece la encantada en la madrugada del día de San Juan. Ahora sé que no es una leyenda, después de experimentar el sobrecogedor impacto de la realidad trascendente. Allí vi la nave nodriza con toda majestuosidad en otra ocasión, también en una noche inolvidable experimenté el simbólico “descuartizamiento” del chamán, y entre incontables aventuras, la materialización del espíritu del viento, de forma descomunal, cuando no existía viento alguno, y la aparición de esferas flotantes de luz a pocos metros de distancia. En esta mágica tierra, tan cerca de mi propio hogar, he vivido tantas veces lo inaprensible, que no hay palabras para describir todo lo que he vivido sobre este suelo cubierto de “idolillos” que ya fascinaban en el pasado a mis antepasados, a mi linaje ancestral en las tierras de España: los íberos.